
Durante los últimos meses he hablado con muchas personas mayores de 60 que sienten lo mismo: tienen una vida llena de experiencias, historias y aprendizajes… pero no saben por dónde empezar a compartirlos. La idea de escribir un libro o enseñar algo parece enorme, casi intimidante. Sin embargo, lo que he aprendido una y otra vez es que la mayoría ya tiene todo lo necesario. Lo único que falta es un camino simple y una razón para dar el primer paso.
